<strong>Los desconocidos efectos secundarios de la cistitis: cómo evitarla y cómo curarla</strong>

Aunque los beneficios de tener una vejiga son muchos, los inconvenientes son igual de importantes. Si tienes una vejiga, sabes que está ahí. Y si experimentas episodios ocasionales de dolor de vejiga o ardor al orinar, probablemente no necesites acudir al médico. Pero, ¿dolor de vejiga persistente o recurrente o ardor al orinar? Esa es otra historia. Si tienes cistitis (infecciones del tracto urinario), lo más probable es que tu orina tenga un olor parecido al del amoníaco y que incluso adquiera un color amarillo-marrón. Esto se debe a que la flora bacteriana natural de sus intestinos produce niveles excesivos de cianuro de hidrógeno (HCN). Como se ha descrito anteriormente, esto provoca la acumulación de amoníaco en su sistema, de modo que cuando orina huele a vinagre. Si padece cistitis, puede ser muy embarazoso y, en ocasiones, doloroso; tanto que la gente podría suponer que tiene otro tipo de infección o que le pasa algo más. Pero los médicos saben ahora que también hay otros efectos -tanto buenos como malos- que se derivan de esta afección. Estos efectos secundarios incluyen:

Cistitis persistente o crónica

Las infecciones crónicas del tracto urinario (ITU) son frecuentes. Pueden darse en mujeres de todas las edades y pueden estar causadas por varias cosas, como el uso excesivo y la secreción excesiva de la vejiga. La cistitis crónica no es curable, pero puede tratarse para controlar los síntomas y prevenir futuros ataques. Por desgracia, se desconocen los efectos a largo plazo de estas infecciones urinarias frecuentes. Es posible que provoquen un aumento de la tasa de cálculos renales y otros problemas de la vejiga. Por desgracia, se desconocen los efectos a largo plazo de estas infecciones urinarias frecuentes. Es posible que puedan provocar un aumento de la tasa de cálculos renales y otros problemas de la vejiga.

Sangre en la orina

Algunas mujeres tienen una orina teñida de sangre heredada genéticamente que se denomina normocturia. Muchas personas que padecen esta afección no presentan síntomas, pero aún así es posible tener una orina teñida de sangre y expulsarla a través del chorro de orina. Esta afección se denomina hematuria y suele ser consecuencia de una enfermedad subyacente, como una enfermedad hematógena o un trastorno de la coagulación de la sangre. La hematuria suele desaparecer por sí sola al cabo de poco tiempo, pero sigue siendo importante controlar regularmente la orina teñida de sangre. Hay algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo de tener una orina teñida de sangre. Intenta mantener un peso saludable, llevar una dieta sana, dormir lo suficiente, beber mucha agua y mantener un nivel de estrés bajo.

Orina con olor a amoníaco

Como se ha mencionado anteriormente, cuando su cuerpo produce demasiadas aminas -que incluyen la orina, el sudor y las lágrimas- su sistema produce cianuro de hidrógeno. Este olor se llama «olor a orina». Desgraciadamente, hay veces que no se nota el olor en absoluto. Son las llamadas infecciones urinarias «silenciosas» o «no tratadas». Si tiene infecciones del tracto urinario persistentes o recurrentes, es posible que su médico quiera comprobar si hay olor en su orina. Si su orina tiene un fuerte olor a amoníaco, debe acudir inmediatamente al médico. Pero el olor puede durar sólo unas horas y luego desaparecer por sí solo. En algunos casos, un tratamiento puede eliminar el olor.

Antibiótico incorporado

Al igual que muchas afecciones médicas, la cistitis se trata con antibióticos. Sin embargo, el sentido común debería indicarle que no tome medicamentos antibióticos para una infección de la vejiga. Los efectos secundarios nocivos de la toma de antibióticos están bien documentados, incluyendo el desarrollo de bacterias resistentes, el crecimiento excesivo de bacterias que pueden hacer que las bacterias dañinas se vuelvan dominantes y el aumento del riesgo de desarrollar un tipo de cáncer llamado infecciones del tracto respiratorio resistentes a los antibióticos. En lugar de utilizar antibióticos, que sólo provocarán más bacterias en sus manos, pruebe con un medicamento de venta libre para las infecciones del tracto urinario. Muchos medicamentos de venta libre contienen alcohol bencílico, que es una sustancia segura y natural que ayudará a eliminar las bacterias de su sistema y a evitar que los subproductos tóxicos de una infección se acumulen en su cuerpo.

Cómo prevenir la cistitis y cómo tratarla

Hay algunas cosas que puedes hacer para prevenir la cistitis y cómo tratarla. En primer lugar, beber mucha agua. Esto te ayudará a superar los efectos de la deshidratación, que puede hacer que seas más propenso a desarrollar una infección de vejiga. Además, mantén una dieta limpia y saludable. Las frutas y verduras son buenas fuentes de potasio, vitamina B2 (folato) y vitamina C, por nombrar algunas. Evita los alimentos con alto contenido en azúcar y sodio. Mantén tu nivel de estrés bajo. Esto minimizará el riesgo de sufrir una infección de vejiga. Si tienes una sensación de ardor en la vejiga, debes buscar atención médica.

Contraer una infección de vejiga puede ser aterrador, incómodo e incluso embarazoso. Afortunadamente, hay una serie de cosas que puedes hacer para evitar que esto ocurra. Si por algún motivo orinas con frecuencia, debes acudir a tu médico. Esto se debe a que la infección puede estar causando dolor y podría conducir a la enfermedad de Stone (una condición dolorosa de la vejiga similar a la cistitis). Manténgase al tanto de su salud llevando una dieta saludable, perdiendo peso si lo necesita y durmiendo lo suficiente. Todo ello te ayudará a prevenir o tratar las infecciones de vejiga.

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